INGENIERO DE PROYECTOS: TÉCNICA Y ARTESANÍA EN EL AC50
La Acrópolis, el Partenón de Grecia, los acueductos romanos, el Coliseo, las pirámides de Egipto, la Gran Muralla China. Son sólo algunos ejemplos del ingenio y la habilidad de los antiguos ingenieros civiles y militares.
Hoy, al admirar el trabajo de los ingenieros de Acerbis, el pensamiento se dirige naturalmente no sólo a esas increíbles obras, sino también a los antiguos talleres donde había profesionales capaces de dar forma concreta a ideas geniales. Hoy, como entonces, los ingenieros, depositarios de antiguos conocimientos, siguen cada etapa del desarrollo de un proyecto.
Fabio Angeli, Ingeniero de Proyectos de AC50, capaz de combinar la fase de cálculo con la práctica, el trabajo manual con el análisis estratégico.
Cuando te sales de los esquemas trillados para embarcarte en un viaje hacia lo desconocido, vuelves a los tiempos antiguos, a los miedos de la humanidad, a los retos que todo ello conlleva. Hacer lo que nunca se ha hecho antes implica que hay que utilizar una mentalidad revolucionaria.
El valor de enfrentarse, de exponerse, de experimentar.
Fabio Angeli, gracias al método y al conocimiento del proceso de producción adquiridos en Acerbis, eleva la visión del AC50 al prototipo de fibra de vidrio que Maurizio Vettor pilotó durante 304 vueltas en Castelletto di Branduzzo y consigue que a partir del prototipo se logre el primer depósito Acerbis de PA6 de moldeado rotacional.
A través de las manos, cada niño atesora las primeras exploraciones de la naturaleza; el trabajo de las manos se convertirá en la manifestación del genio humano.